Si lo puedes imaginar, lo puedes tejer
Hola! Mi nombre es Pamela. Treinta y tantos, madre emprendedora.
Te doy una cálida bienvenida a mi tienda! Mis inicios como tejedora debo atribuírselos a mi abuela, Rosa para todos y Kuki para todo el que la conoció. Me enseñó a tejer a crochet y dos agujas cuando era muy pequeña, nuestro primer proyecto fue una bufanda turquesa que empezó con 20 puntos y terminó (o nos rendimos 😂) con 147. No lo voy a olvidar nunca. Y tampoco nunca hubiese imaginado que desde su paciencia y cariño plantó en mí una semilla que brotó, regué y creció dentro de mí, y hoy es lo que me hace feliz. Retomé el tejido cuando nos atravesó una pandemia; hacía amigurumis, guirnaldas, juguetes, decoración para el cuarto del bebé. Me formé en diferentes técnicas y empecé a tejer ropa para mí, y posteriormente tejía por encargo. Pero algo me seguía faltando, hasta que me animé a apostar a la venta de patrones a crochet.
Debo mencionar como parte del emprendimiento también a mi compañero de vida Emanuel y a mi hija Catalina. Me ayudan, me acompañan, se bancan horas en silencio mientras mamá graba tutoriales o se abstrae haciendo cálculos.. me inspiran.
He ido formando una hermosa comunidad de tejedoras, me fascina enseñarles y verlas aprender, y poder transmitir con poesía lo que siento cuando tejo. Sus devoluciones han sido tan gratificantes, tan bella recompensa, y mi motivación para seguir con este arte. Mujer tejedora: sentite orgullosa, desafiate, buscá lo que te moviliza... A por ello!